IMPORTANCIA DE LA MEDIACIÓN
I.- INTRODUCCIÓN
Al enfrentarnos con la mediación como una práctica social cada día más demandada para la resolución de los conflictos, parece oportuno detenernos unos momentos en el análisis del término.
El concepto de mediación tiene un largo recorrido en la cultura occidental. Ya en la filosofía griega, tanto en la dialéctica platónica como en la lógica aristotélica la mediación ocupa un lugar privilegiado en la captación de la realidad, pero tal vez sea en la dialéctica hegeliana donde la mediación viene a ocupar un lugar central en la formación de lo real. Para Hegel el conflicto es la expresión de la dinámica de la vida, y esto tanto en plano social como en el individual.
La contradicción, es decir la negación de uno de los elementos de lo real, debido tanto a la insuficiencia esencial de su ser, derivada de su intrínseca limitación, como a la posición o afirmación de otro elemento que niega el anterior o que al menos lucha para imponérsele, esa contradicción resulta esencial a toda realidad. Ese es el momento en el que la dinámica del ser, en este caso la realidad tanto social como individual, exige la mediación para que la contradicción no arruine la existencia.
La mediación, no es por consiguiente sino la necesidad del ser, sujeto individual o colectivo, de elevarse a un plano de existencia superior donde lo racional tenga cabida. Si el conflicto es constitutivo del ser y si la mediación es la única posibilidad de reinstaurar la vida en un plano superior al vivido por causa del conflicto, hemos de convenir que la tarea de la mediación, como práctica social es de una vigencia indiscutible en una sociedad tal vez la más dinámica de la historia, donde las posiciones de afirmación de valores y culturas son menos duraderas y, en consecuencia, más cambiantes.
En nuestra tarea mediadora hemos de ser consciente de que la herramienta fundamental ha de ser una actitud dialógica tanto en el diagnóstico de los problemas como en la búsqueda de la terapia adecuada. El diálogo no puede concebirse como un instrumento más de la actividad mediadora. El diálogo es la condición necesaria para que la nueva posición requerida por todo conflicto adquiera carta de ciudadanía, es decir respetabilidad y aceptación. La vida comunitaria, es decir la experiencia de una vida sin la instauración permanente del conflicto, exige el acuerdo, y este ha de venir por el diálogo, es decir por la aceptación de lo que hay de racional en la posición del otro.
En nuestro mundo la razón, tanto de individuos como de grupos y de pueblos, inexorablemente se constituye por intereses, y la parte intelectual de los hombres dedica su razón a proveer argumentos, escondidos en principios y demostraciones más o menos lógicos al servicio de tales intereses. La mediación como práctica social y civil en la superación de los conflictos, ha de prescindir del mundo de los principios de orden filosófico y atender al mundo de la vida que es el mundo de los intereses y conveniencias de individuos y grupos y en este plano hacer ver como los intereses han de armonizarse por exigencias de la vida, es decir de la realidad (lo contrario sería la destrucción de esa vida). Así superar la unilateralidad de cada una de las posiciones enfrentadas, o sea de la irrealidad de un punto de vista excluyente, que no tiene en cuenta la vida del otro.
Desde hace años queda desterrada la idea de que para darle solución a un conflicto basta con la voluntad de las partes. En la inmensa mayoría de los casos, la solución de conflictos requiere de un proceso de mediación, con herramientas propias que ayuden a desvelar la unilateralidad de las posiciones particulares. Para lograr su mejor actuación, a su vez, se necesita conocer los distintos tipos de conflictividad y métodos para resolver los conflictos para que los acuerdos a los que se arribe sean irreversibles.
El arte de mediar requiere de una constante actividad creativa de propuestas por parte de los individuos y/o instituciones involucrados en el proceso. "El mediador" –además—"guía a las partes manteniéndolas centradas en el asunto" con una actitud positiva en cuanto a su capacidad para hacer "elecciones informadas".
Abarcará asuntos como los relativos a la resistencia a la mediación, a los factores que permiten la aceptación pública de la mediación, al sistema legal que la apoya, a cómo se aseguran servicios de mediación de alta calidad.
El promover una vía serena y razonada de resolución, el proteger los intereses, el bienestar de las partes enfrentadas, el reducir las consecuencias negativas de las disputas y su reducido coste económico y social, son algunos de los objetivos que se persiguen alcanzar con su uso.
II.- FACTORES RELEVANTES EN EL PROCESO DE MEDIACIÓN:
2.1.- Identificar en la mediación:
a) La HISTORIA: ¿Qué pasó?, ¿Porqué?
b) Las COSAS: ¿Cuál va a ser el objeto de la mediación?
c) Las PERSONAS: ¿Quiénes son? ¿Quién podría ayudar? ¿Quién debería estar presente en las sesiones?
III.- Las PINE:
Posiciones: ¿Qué piden y Porqué quieren lo que han pedido?
Intereses: Encuéntralos: Razones por las que quieren lo que piden
Necesidades: Qué desean conseguir y no están dispuestos a renunciar
Estrategias:
– Encaja las diferencias
– Logra el reconocimiento del otro
– Calendariza
– Manda tareas
– Resume las mejoras
IV.- VENTAJAS DE LA MEDIACIÓN
La Mediación preserva la relación entre las personas involucradas en la disputa. La Mediación ayuda a la gente a resolver disputas en forma rápida y económica, en comparación a los procesos judiciales en cuestiones de negocios, entre vecinos, entre familiares, dentro de una comunidad o en disputas en el interior de organizaciones. Ayuda a las partes a preservar su capacidad de auto-determinación, al invitarlas a generar soluciones con las cuales puedan en el futuro manejarse mejor en sus relaciones interpersonales.
V.- QUÉ ASUNTOS PUEDEN SER MEDIADOS
La mediación es recomendable para aquellos casos en los cuales las partes en conflicto tienen una relación que se continuará en el tiempo. Muchos casos pueden ser mediados, incluyendo los asuntos de familia, educativos, interculturales, de daños y perjuicios, de mala práctica profesional, las disputas entre y con consumidores, entre socios, entre deudores y acreedores (préstamos bancarios y tarjetas de crédito). Todas las situaciones en las cuales la relación se prolongará en el tiempo y en que la privacidad de las cuestiones debatidas haga necesario mantener la reputación profesional de los implicados, son adecuadas.
VI.- ÁMBITOS DE APLICACIÓN
6.1. Mediación familiar - Mediación familiar intergeneracional
6.2. Mediación educativa
6.3. Mediación comunitaria
6.4. Mediación Laboral
6.5. Mediación penal o mediación reparadora
6.6. Mediación intercultural
………..
VII.- BIBLIOGRAFÍA:
SOLETO MUÑOZ, E. y OTERO PARGAAEP, M. Mediación y solución de conflictos. Habilidades para una necesidad emergente. Ed. Tecnos. 2007
DESENVOLUPAMENT COMUNITARI, ANDALUCIA ACOGE (2002): Mediación Intercultural, una propuesta para la formación. Madrid. Popular.
MINISTERIO DE CULTURA CIENCIA Y TECNOLOGIA DE LA NACIÓN 2005. Programa Nacional de Convivencia Escolar.
GIMÉNEZ ROMERO, C (2002): “Dinamización comunitaria en el ámbito de la inmigración” en Mª José Rubio y Silvina Monteros (Coord) La exclusión social. Teoría y práctica de la intervención. Madrid. CCS.
GIMENEZ ROMERO, C (2001): “Modelos de Mediación y su aplicación en Mediación Intercultural” publicado en la Revista de Migraciones nº 10. Edit. Instituto de Migraciones, Universidad Pontificia Comillas de Madrid.
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