Saber
Ser y Saber hacer en mediación
El
knowmad y las competencias en la gestión de conflictos
El conflicto representa
una situación propicia para el ejercicio de habilidades prosociales, hablamos
básicamente de empatía, escucha activa, validación emocional, respeto, comunicación
asertiva, credibilidad también la
oportunidad para ser disruptivos en la forma y fondo de encarar esa
confrontación de intereses y co-construir creativamente opciones de acuerdo,
alternativas de solución, que refuercen el diálogo y por ende contribuyan a una
cultura de paz del tejido social que sea sostenible y se convierta en el
ecosistema de variadas posibilidades para generar y ampliar la calidad de vida.
Para lograr esto, ¿en
qué nos ayuda la ciencia? ¿cuál es la episteme de la mediación? Es largo e
importante el camino recorrido por la filosofía para reflexionar sobre el Ser,
la sociología y antropología nos dan luces para describir al ser humano en
sociedad y son cada vez más notorios los avances en la psicología y
neurociencias para aproximarnos en la compleja labor de comprender el
comportamiento del ser humano en sus relaciones.
Haciendo un ejercicio
de reflexión y tratando de profundizar en la esencia de la mediación, podemos
afirmar que el diálogo y el salir al encuentro del otro constituyen los
fundamentos mediadores, también ese encuentro se da con uno mismo en el sentido
no solamente de la introspección y la autocrítica, sino también, del
autoconocimiento y aprendizaje continuo, aquí entra de lleno el valor
científico del conocimiento, su aplicación práctica y su discernimiento ético,
por tanto, el ser competente en cualquier profesión va a significar el hábito,
ensayo y práctica constante para mejorar las habilidades y capacidades que se
exigen, a esto llamamos experiencia, acumular horas, hábitos de vida,
perseverancia sin embargo no serán suficientes sin un espíritu audaz e
innovador para generar redes de confianza que viabilicen cualquier acercamiento
y certidumbres posibles y factibles en un mundo marcado por la incertidumbre.
Estas competencias
conceptuales, procedimentales y actitudinales son hoy en día indispensables no
solamente en la formación de mediadores y conflictólogos, sino para los
diferentes grupos que constituyen la sociedad, ya que la comunicación y el
entendimiento en realidades cada vez más diversas en sus problemáticas de desigualdad,
violencia, inseguridad ciudadana, crisis económicas y humanitarias, desastres
ambientales, migraciones masivas, demandan
actitudes proactivas, trabajo en equipo y la elaboración de nuevas
expectativas constructivas que no es lo mismo que ilusas para encontrarse y
dialogar en el potencial de la equidad y el paradigma del ganar-ganar. En este
contexto es necesario relacionar el saber ser y el saber hacer con los nuevos
tiempos caracterizados por el uso cada vez mayor de las tecnologías de la información
y comunicación, los big data y cómo estos influyen en el nudo de nuestras
relaciones para entendernos o confundirnos, para acercarnos o distanciarnos,
para generar cohesiones o masas de soledades estamos claramente en la
“modernidad líquida” que explica brillantemente Zigmunt Bauman a la volatilidad
de las relaciones en la sociedad actual y somos como llama Sartori en su
importante ensayo “el homo videns” hombres acostumbrados a la imagen lo que
influye en la incapacidad de pensamientos abstractos y conceptuales, me
arriesgo a decir quizás hasta afectivos, lo que impide construir puentes de
llegada y encuentro con el otro.
Pero si éstos
importantes pensadores hacen esta descripción de nuestra época, es también
parte de la sensatez, y la historia lo corrobora, la posibilidad de transformar
la crisis en oportunidad, podemos comenzar reconociendo las nuevas competencias
del knowmad o trabajador del futuro, ese futuro que en tiempos acelerados de
wifi y convulsión y es hoy.
¿Qué caracteriza a un knowmad? Varios expertos, con Moravec a la cabeza, han dibujado una serie de
características, en lo que denominan pasaporte
de habilidades:
- No tiene una edad determinada.
- No entiende su trabajo como un trabajo, disfruta con lo que hace para ganarse la vida, y lo integra como una actividad más de su quehacer cotidiano.
- Inventivo e intuitivo, es un generador de ideas. Es una persona imaginativa, sabe buscarse la vida, los recursos.
- Está alfabetizado digitalmente.
- Transforma la información en conocimiento y la comparte.
- Le importan las personas, porque encarnan el conocimiento, lo generan, aumentan, mejoran y lo enseñan.
- Utiliza la información abierta y libremente.
- No entiende de fronteras.
- Tiene una gran capacidad para adaptarse y resolver problemas.
- Es un creador de redes, siempre conectando a personas, ideas, organizaciones…
- Asume que el aprendizaje es para toda la vida.
- No le asusta la experimentación ni el fracaso.
- Es responsable de sí mismo.
Tiene
además una gran capacidad para adaptarse, para resolver problemas, es una persona,
profesional, muy versátil y competente porque gracias a esos conocimientos
puede hacer frente a todo tipo de conflictos. Cree firmemente en que el
aprendizaje es para toda la vida (longlife learning), sabe que siempre tendrá
que estar formándose por distintas vías (universidad, escuelas de negocios,
internet, libros, vivencias de otras personas…). “Al asumir este hecho es capaz
de aprender y desaprender con más facilidad en función de sus inquietudes o de
las necesidades que vayan surgiendo”, explica Raquel Roca en su libro.
Las competencias del knowmad en conjunción con las
competencias del mediador, el conocimiento científico transdisciplinar y el
trabajo ético además de profesional, vayan configurando los nuevos valores de
convivencia en ciudades sustentables y amigables ya existen algunos ejemplos en
nuestro planeta de cambio y propuesta como los que viene trabajando en
distintos países los miembros del Foro Internacional de Mediadores
Profesionales, en los que vivir no sea la fiebre llamada vida que decía Allan
Poe o la letra del tango Cambalache, por el contrario y lejos de idealizar y
soñar con utopías, la experiencia de vivir y convivir sean realidades donde la
inteligencia fortalezca, y lo expreso con modestia, solo dos valores: confianza y respeto.
Referencias:
SARTORI, Giovani. Homo
Videns: La Sociedad Teledirigida. Madrid. Taurus. 1997
BAUMAN, Zigmunt. Modernidad
líquida. Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica. 1999.
ROCA, Raquel. Knowmads:
Trabajadores del futuro. LID. 2018
POE, Edgar Allan.
Escritos sobre poesía y poética. Hiperión. 1990
PRIETO, Tomás. Knomads, Makers e Influencers. Artículo publicado en LawandTrend
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