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Ciudades y ciudadanía: una mirada prospectiva a los conflictos

 


Ciudades y ciudadanía: una mirada prospectiva a los conflictos

Gonzalo Fernández Delgadillo

Hablar de ciudad nos remite a la historia y a sentimientos de admiración y reflexión, pensemos por ejemplo en la Atenas clásica en la que Sócrates decía a sus discípulos que “más importante que las apariencias era el Ser”, o en el auge y excesos de Roma, el esplendor de Florencia o en el Potosí de la riqueza inconmensurable narrada por Arzáns Orsúa y Vela, cada ciudad muestra y oculta, en cada ciudad se vive, ama y padece, el cómo se van transformando las ciudades no solamente lleva la huella del tiempo, sino los sueños, logros y disputas de quienes la habitaron y el contexto al cual debieron adaptarse. En canciones, poemas o películas las ciudades fueron el punto de convergencia de mujeres y hombres con distintas y asombrosas realidades, como lo plasma el director Bong Joon–ho en la película “Parasite”[1] en el que se observa un Seúl intenso en sus diferencias sociales, o en el Madrid de Joaquín Sabina en su tema musical “Yo me bajo en Atocha”[2]. Una definición breve dice que la ciudad es un espacio urbano con alta densidad de población, hay otra que la define en un sentido más amplio y profundo, y es con la que me quedo, corresponde al Arq. Fernando Prado[3] en su artículo “El ocaso de una visión de ciudad que no incluye a la gente” en el cual escribe: “Asistimos al ocaso de una visión unilateral de la ciudad como mera estructura física, que no toma en cuenta que la ciudad es sobre todo su gente. Es un sistema social urbano, en el que se debe relacionar adecuadamente el espacio físico con el espacio social de convivencia.”

Las ciudades son precisamente eso, sistemas sociales urbanos, activos, dinámicos, lleno de vida en cuyas, calles, plazas, parques y casas se palpitan y sienten las dichas y desdichas de las personas y toda la complejidad que esto representa en sus necesidades, expectativas y conflictos, en cómo los abordan y resuelven.

En tanto que la ciudadanía, se refiere a la participación activa de cada persona en el sistema de responsabilidades y derechos, la ciudadanía significa el reconocimiento y validación por un Estado, ¿de qué Estado? ¿Somos todos ciudadanos?, pero también es o debiera ser un comportamiento de solidaridad, ya que si entendemos a la ciudad como un sistema, el mismo se nutre de relaciones que se afianzan en nodos y núcleos, cuya comunicación y códigos de convivencia estarán fundamentados en principios de solidaridad y confianza, lo contrario sería la descohesión y fragmentación de ese sistema, en el que con mayor probabilidad priman intereses sectarios más que visiones de progreso y desarrollo compartidas, solo un dato, Bolivia en el informe sobre índice de paz global 2020 se ubica en el puesto 86 de 163 países, uno de los indicadores principales  tiene que ver sobre los conflictos internos.

Datos de la Fundación Unir[4] en su análisis sobre la conflictividad social en Bolivia nos muestra que en el periodo entre los años 2010 y 2020 hubo 12.928 conflictos, un promedio de más de 1200 por año, algo así como 3 conflictos por día.

La clasificación de los conflictos principales o tipología son:

1.Cuestionamiento y/o reconocimiento de la autoridad

9.Derechos humanos

 

2.Gestión administrativa

10.Gestión del espacio urbano

3.Ideológico político

11.Incumplimiento de convenios

4.Laboral/salarial

12.Leyes/medidas legales

5.Límites político administrativos

13.Medidas económicas/situación económica

6.Prestación de servicios públicos

14.Recursos naturales y medio ambiente

7.Seguridad ciudadana

15.Tierra

8.Valores/creencias/identidad

16.Vivienda

Fuente: Fundación UNIR

La mayor frecuencia de conflictividad se da en los ámbitos vecinal/comunal 44,14% e institucional 38,22%. Por otra parte, en el estudio presentado en el séptimo Informe Nacional sobre Desarrollo Humano titulado “El nuevo rostro de Bolivia, transformación y metropolitización” elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), muestra que el 75% de la población vive en el área urbana, 25% en el área rural, el 60% de la población vive en 23 municipios de un total de 339. Por tanto, se infiere que los indicadores de conflictividad en el ámbito vecinal/comunal tienen un alto porcentaje, principalmente porque el mayor número de población vive en las áreas urbanas.

Otros indicadores importantes, según el Instituto Nacional de Estadística[5] se calcula que para 2030, la población de Santa Cruz de la Sierra pasará los 4.000.000 de personas, su crecimiento demográfico está entre los más rápidos de América del Sur, en promedio cada año llegan para vivir a esta ciudad entre 60.000 y 70.000 personas, desde ya esos datos plantean retos importantes presentes y futuros.  Prevenir los conflictos y su escalada supone trabajar y construir sociedades con paz estructural, de ahí que la inversión urgente en cantidad y calidad de servicios básicos, salud, educación y empleo, son clave para tener las condiciones de desarrollo y convivencia, entendiendo que el Desarrollo Humano es multidimensional, es tan prioritario trabajar en oportunidades económicas, entornos seguros, como también en la salud mental de la población, los casos de feminicidio y violencia intrafamiliar puede ser solo la punta del iceberg de conflictos latentes e irresueltos, que como sistema de convivencia lo que pasa a unos afecta a otros.

Los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) hacia el 2030, lograr esa ciudad amigable y sustentable planteada por los jóvenes en el Futures Week organizado por la Universidad Franz Tamayo, es un trabajo no solo de la burocracia municipal, exige la corresponsabilidad y compromiso de todos, pienso en el aporte de instituciones como el Centro de Estudios para el Desarrollo Urbano (CEDURE), Revolución Jigote, el Centro de Participación y Desarrollo Humano Sostenible (CEPAD), Fundación Hombres Nuevos, el Centro San Isidro y otros que hacen camino al andar, con investigaciones, cultura y deporte, logrando en la gente justamente la esencia de la ciudadanía el reconocimiento y validación de sus derechos y obligaciones.

En tiempos de pandemia, disrupción tecnológica cabe preguntarse sobre cómo gestionan las ciudades y sus ciudadanos los conflictos, cómo se las arreglan su día a día, para volver con el pan y para tener motivos de continuar, ¿qué hacen?, ¿qué hacemos? ¿qué se siente?, para que la vorágine no nos gane y queramos con un grito, llanto o sonrisa abrazar nuevamente la vida y salir al encuentro del otro y encontrar la dignidad mutua vivir con sinergia, esos principios de cooperación creativa.

Las Smart cities (ciudades inteligentes) afirma Juan Murillo: “basan su acción en detectar las necesidades de los ciudadanos y reaccionar a estas demandas transformando las interacciones, con los sistemas y elementos de servicio público”[6]. Las ciudades inteligentes son proactivas y preventivas, siguiendo la terminología podríamos decir que esas ciudades requieren de ciudadanos inteligentes, es decir, con pensamiento crítico, colaboradores, creativos, lo más probable es que las sociedades entre duelos, dolor y crisis serán resilientes con la pandemia y la postpandemia del covid, lo difícil será vencer la pandemia de la estupidez o “estupidemia”[7] como lo llamaba Marco Aurelio Denegri,  esa estupidez permisiva con los corruptos y con la akrasía o debilidad de voluntad, en cierto sentido el auténtico ciudadano es un estoico no va con el hombre masa, para terminar evoco una de las reflexivas anécdotas del irónico y provocador Diógenes de Sínope “el cínico”:  a quien le dio por pasearse por las calles de Atenas candil en mano gritando que buscaba a un hombre “justo”, y en su ansia por incomodar, un día tomó la decisión de ponerse a buscar un hombre así en el teatro, intentando entrar cuando todos salían. Ante los reproches y las dudas que despertaba su manera de actuar, respondió: “Así sentirán en su propia piel lo que es vivir de la manera que yo lo hago”[8]. Siempre a contracorriente.

 

 

 

Referencias:

Informe Nacional sobre Desarrollo Humano Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD

El nuevo rostro de Bolivia TRANSFORMACIÓN SOCIAL Y METROPOLIZACIÓN

https://www.undp.org

Fundación UNIR: Análisis de los conflictos sociales en Bolivia

https://analisisdeconflictos.unirbolivia.org/conflictos-10-y-mas/

Cepal

Bolivia: proyecciones de población por departamentos, según sexo y grupos de edad, período 2000-2030

https://repositorio.cepal.org/handle/11362/7819

https://www.bbva.com/es/las-smart-cities/

Artículo del Arquitecto Fernando Prado: El ocaso de una visión de ciudad que no incluye a la gente.

https://eldeber.com.bo/opinion/el-ocaso-de-una-vision-de-ciudad-que-no-incluye-a-la-gente_231976

Diógenes agitador de conciencias:

https://www.filco.es/diogenes-sinope-agitador-conciencias/

Ciudadanía:

https://www.coe.int/es/web/compass/citizenship-and-participation

Índice de paz global:

https://visionofhumanity.org/wp-content/uploads/2020/10/GPI_2020_web.pdf

Futures Week 2018:

https://www.2018.futuresweek.org/

Crecimiento de Santa Cruz de la Sierra

https://eldeber.com.bo/santa-cruz/santa-cruz-crece-con-60000-personas-que-llegan-por-ano_104984



[1] Película surcoreana ganadora de la Palma de Oro y de cuatros premios Oscar.

[2] Una de las canciones ícono de Joaquín Sabina, precisamente sobre la ciudad que habita.

[3] Artículo del Arquitecto Fernando Prado: El ocaso de una visión de ciudad que no incluye a la gente.

https://eldeber.com.bo/opinion/el-ocaso-de-una-vision-de-ciudad-que-no-incluye-a-la-gente_231976

[4] Fundación UNIR: Análisis de los conflictos sociales en Bolivia https://analisisdeconflictos.unirbolivia.org/conflictos-10-y-mas/

 

[5] Instituto Nacional de Estadística: www.ine.gob.bo

[6] ¿Qué son la Smart cities? https://www.bbva.com/es/las-smart-cities/

[7] La estupidemia uno de los temas abordados por Marco Aurelio Denegri en su Libro: MAD Sexo, amor y otros placeres de la lengua

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