Bolivia
y el desafío de educar desde el conflicto, significa asumir el compromiso
personal e institucional para educar en la paz y la gestión de los conflictos
como prioridad. Desarrollar las competencias según modelos pedagógicos y
prácticas contextualizadas y sostenibles en el tiempo, que ayuden a transformar
realidades violentas en realidades de encuentro, respeto a la pluralidad de
ideas, confiabilidad y dialogo marcado por la ética.
Para
la comunicación y el acuerdo existen varios puntos de partida y de llegada, uno
de esos es el conflicto, ya que desde su potencial constructivo o destructivo,
podemos generar un pensamiento crítico y actitudes que activen herramientas que
se han aprendido como la asertividad, empatía, escucha activa, reconocimiento,
de ahí que la educación sea fuerza y esencia para sostener actitudes para
entendimiento y acuerdo. La gestión de conflictos y la mediación son ya ahora
conocimientos transversales imprescindibles para comprender la complejidad de
la sociedad y para ayudarla a transitar por los puentes del encuentro y la paz.
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